Irina
Falconí nació en Portoviejo, pero desde los 4 años vive en Estados Unidos, país
donde aprendió a jugar tenis con el apoyo de su padre.
Estudió y
jugó tenis en la Universidad Georgia Tech y gracias a su éxito se lanzó al
profesionalismo. Se mantiene en el puesto 73 de la Asociación Femenina de Tenis
(WTA, por sus siglas en inglés).
Irina
llegó a segunda ronda en el último Abierto de Estados Unidos, donde perdió ante
la estadounidense Venus Williams. Esta fue la cuarta intervención de Falconí en
el Abierto de los Estados Unidos. En el 2010 participó en la primera ronda, en
el 2011 avanzó a tercera y en el 2012 a primera ronda.
¿Qué
tiempo llevas entrenando en Estados Unidos?
Desde que
tengo 4 años comencé en Nueva York y después me mudé a Florida hace once años.
Mi padre había aprendido por sí mismo a jugar tenis, le enseñó a mi madre, a mi
hermana Stephanie y después a mí.
¿Cuántos
años tienes en el circuito de la WTA?
Me
convertí en profesional en junio del año 2010. Sabía que iba a ser difícil,
pero soy una persona que me propongo metas y las cumplo.
¿Qué
cotejo recuerdas?
El más memorable,
cuando le gané a la eslovaca Dominika Cibulkova en el 2011, en el Abierto de
Estados Unidos. Otro ante Venus Williams, éste no lo gané pero fue una
experiencia increíble.
¿Cuál ha
sido la clave para seguir en la actividad?
Siempre
tengo metas y me esfuerzo cada día por mejorar mi nivel.
¿Cuál
será tu objetivo el próximo año?
Si
termino en el top 50 en medio año, estaría muy feliz.
¿Tu
fortaleza en el tenis?
Mis
movimientos, tengo un juego bien variado, puedo hacer muchas cosas con la pelota
en un encuentro.
¿Además
del tenis, qué otra actividad realizas?
Tengo
otros hobbies, como pintar, toco el piano, me gusta mucho escribir.
Cuando
vienes a Portoviejo, ¿qué es lo primero que haces?
Comer un
buen pan de almidón.
¿Qué
mensaje das a los deportistas?
Que sigan
luchando, que realmente el deporte es vida y que nunca paren de jugar.
Fuente: El Diario
